sábado, 15 de agosto de 2009

La verdad y los hombres de presa.

Los hombres de presa nunca entienden nada. No saben de la verdad porque a ellos la verdad se la hacen como los trajes a la medida[1]; a veces la verdad les tira algo de la sisa o la entrepierna (usted ¿de qué lado carga, caballero?) entonces matan al sastre y se buscan otro. La verdad general, universal es para ellos una insensata pretensión de los débiles, de los perdedores, de esos a los que yo llamo hombres de buena voluntad.

Madrid, 2003

[1] Esto fue escrito mucho antes de que al “honorable” Camps le pagara los trajes Special Events y su inefable amigo del alma Correa, o sea Gürtel, en alemán, por tanto no va con ello. ¡Qué coincidencias!