miércoles, 22 de diciembre de 2010

Reflexiones sobre la no existencia

De acuerdo con las últimas averiguaciones de los cosmólogos el Universo, con sus once dimensiones, diez espaciales y una temporal, pudo haberse originado en un Big Bang hace unos trece mil setecientos millones de años. Antes de ese momento no es que no existiese nada es que no existía ni el tiempo, por lo cual sería tarea vana y contradictoria hablar de ningún suceso anterior, igual que carecería de sentido hablar de puntos de la superficie terrestre de latitud mayor que los 90o Sur o los 90o Norte. A partir de ese momento y tras de una expansión muy rápida de su espacio las nubes de polvo cósmico, irregularmente repartido en su origen, empieza a concentrarse por la acción de la gravedad en galaxias, y estas en constelaciones de estrellas y planetas. En el transcurso de tanto tiempo las estrellas se forman, evolucionan y acaban estallando o colapsándose en agujeros negros. Los estallidos cósmicos dispersan su material, cada vez más complejo desde el punto de vista químico, que a su vez se vuelve a agrupar en nuevas generaciones de estrellas y planetas. A lo largo de tanto tiempo se suceden muchas generaciones de objetos cósmicos, cada uno de ellos como resultado de la concentración gravitatoria de materiales procedentes de las explosiones en que acaban su ciclo los objetos celestes anteriores.

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, es de las más tempranas después del Big Bang y se le suele asignar una antigüedad de unos doce mil millones de años. Nuestro sistema solar, y con él el Sol y la Tierra, son, no obstante, mucho más recientes: sólo tienen unos cinco mil millones de años. La vida misma en la Tierra tiene unos cuatro mil trescientos millones de años de antigüedad, mientras que el Homo sapiens vino a aparecer en la evolución tan sólo hace unos tres millones de años.

Pues bien, en los trece mil seiscientos millones de años y pico transcurridos desde el Big Bang hasta mi Little Bang personal, ocurrido el 7 de Mayo de 1.939, yo no existía en absoluto; se empezó a dispersar la materia originaria del Universo y yo no existía; se formó la Vía Láctea y, a pesar de lo que siempre me ha gustado la leche, no acudí a tan blanco reclamo y persistí en mi inexistencia; se formó nuestro Sistema Solar y continué “missing”; se originó y evolucionó la vida, pero nadie me echó en falta; apareció por fin el Hombre, pero seguí inexistiendo – a mi peculiar ADN lo seguían “peinando” -; pasaron las edades de piedra, bronce, hierro y otros metales, y seguía sin aparecer; los hombres se mataban en todos los idiomas, se torturaban en todas las religiones, y yo, sin aparecer.

Y al fin nací en la fecha apuntada, y comencé a existir. Es una costumbre a la que se le coge apego y de la que solo a regañadientes – hay excepciones – se renuncia. Llevo setenta y un años existiendo – casi nada, en comparación con las cifras antes consignadas – y mi pretensión instintiva es que esto siguiera indefinidamente. Pero tengo muy experimentado en cabeza ajena que esto no es posible, por lo que me ponga como me ponga un día acabará mi existencia. Pongamos – y lo firmaría ya si se me garantizara un buen ten con ten y una buena extinción – que eso sucediera el 3 de Octubre de 2.035: habría vivido 95 años, 4 meses y 27 días; no habría estado mal.

¿Y después qué? Pues después, nada. De la misma manera que me las arreglé para no existir, sin que nadie me echara en falta, durante los trece mil seiscientos millones de años y pico transcurridos desde el Big Bang hasta mi Little Bang personal, me haré a no existir – esta vez no sé si alguien me echará en falta, pero eso se agotará en un plazo breve -, me haré a no existir desde mi Little Pluff hasta el definitivo Big Crunch, Big Rip o Hot Dead – según la densidad de energía oscura – del Universo, que dicen que ocurrirá en sólo otros cien mil millones de años. ¡Caramba! Va a ser un poco “pesadito” este segundo periodo de inexistencia. Probablemente el hombre acabará con su especie y, según casos, con la Vida sobre la Tierra – esto sucederá muy pronto por lo que se ve venir -; más tarde puede que la Tierra y otros planetas caigan sobre el Sol, que el Sol se convierta en una supernova y estalle y disperse su materia – y la mía – por el espacio sideral, proporcionando material y mala leche para nuevos soles y planetas, y en un Universo en progresivo desorden, cada vez más caliente o más frío, según el tipo de final a que se encamine, al fin del Tiempo ¿quizá a un nuevo comienzo? Me lo pido algo más amigable.

En resumen, 95 años, 4 meses y 27 días de existencia frente a 113.700.000.000 de años totales de Universo parece la sombra de la sombra de una gilipollez, pero es la mía.

Madrid, miércoles, 22 de diciembre de 2010

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Por una Constitución Republicana, por la III República Española

Por una Constitución Republicana, por la III República Española

Discurso que pronuncié para abrir el acto de afirmación republicana celebrado en el Salón de Actos del Ateneo de Madrid el 7 de diciembre de 2010

La Agrupación Ateneista “Juan Negrín” me ha hecho el honor de invitarme a participar en esta Mesa. Un gran honor para mí bajo el nombre de uno de los republicanos que más aprecio: Juan Negrín, uno de los exponentes máximos de firmeza en la lealtad a aquella institución, la II República Española, que tantas esperanzas populares suscitó y que de tantas y significadas traiciones fue el objeto.

Nací yo cuando España aún se estremecía bajo el espanto de las más viles de aquellas traiciones: 1) la del 18 de julio de 1936, tramada por los terratenientes y los banqueros, alentada por la orientación ideológica más extrema de la jerarquía católica, ejecutada por una fracción desleal del ejército entrenada en la feroz represión colonial, y el fascismo de la Falange, y tolerada y apoyada por el capitalismo internacional disfrazado de sedicentes democracias; 2) la de primeros de marzo de 1939, de Casado, Besteiro y otros, que dieron la puntilla al legítimo Gobierno de la República que presidía Negrín y ofrecieron en bandeja la Victoria y el Genocidio al fascismo en armas. Cuando, inocente, ví la primera luz, mientras me nutría de los calostros de mi madre, el puerto de Alicante se alfombraba con los tristes despojos de los suicidas republicanos, fruto macabro de aquella antepenúltima traición, una vez perdida la última esperanza de rescate en los barcos que nunca aparecieron, y un mes después los republicanos cautivos en aquel Campo de Almendros de Max Aub se comían hasta las cortezas de aquellos árboles.

Fue entonces la arrogancia por las calles, fue la soberbia por las azoteas, la Fuerza, encaramada a las tribunas, que hizo Razón de su Victoria infame y fue la vejación y el vituperio, el baldón de traición de boca de traidores, el martirio, la huida, el desamparo: la catacumba. ¡Y fue para esta tierra un tiempo helado!

Pero esa ominosa Victoria nunca fue completa: en el exterior, pasados los campos de concentración, unos se organizaron en el exilio otros se integraron en la Resistencia y llegaron a entrar en Paris con los primeros de la columna Leclerq, otros dieron su vida en Mauthausen … Y en el interior primero el maquis, más tarde la resistencia obrera en Asturias, en los cinturones fabriles o en las Universidades, con la nueva juventud. No, el franquismo no tuvo tregua: hubo de seguir matando hasta el mismo borde de la tumba del Genocida …

Fue más tarde, muerto éste, en la llamada Transición, cuando quizá por cansancio, quizá por impaciencia de tocar Poder, quizá por desánimo cuando se produce lo que llamaré … – no lo llamaré traición para que nadie se me soliviante - ¿cómo lo llamaré sin herir a nadie ni faltar a la verdad: pragmatismo, resignación, desistimiento, claudicación …? Grave responsabilidad la de quienes en representación moral de las clases populares aceptamos tan asimétrica reconciliación que implicaba el trágala de lo más importante del “atado y bien atado” del legado franquista: la monarquía en la cabeza del heredero designado y criado a los pechos del dictador, la tutela del Ejército aún franquista y los privilegios de la Iglesia católica.

Mi opinión es que , traición o no, resignación, desistimiento o claudicación o pragmatismo, el día que se optó por la Reforma de lo irreformable, el día que se decidió arrumbar la Ruptura con el pasado franquista, el día en que la columna vertebral de la resistencia antifranquista aceptó la Constitución de 1978, ese día y no el 1 de Abril de 1939, se consumó definitivamente la Victoria. Negrín y tantos otros honorables muertos hubieron sin duda de revolverse en su tumba.

Y de esos polvos han venido estos lodos. La Transición en efecto ha sido un proceso fallido: una partitocracia desigual de Herodes a Pilatos, de Cánovas a Sagasta, bajo tutela y vigilancia de los Poderes Fácticos, sin modelo territorial, en efecto, con una Monarquía opaca e inimputable que no responde ante el Pueblo, una Monarquía ya de por sí incompatible con la Democracia por cuanto supone la privatización, la dejación de la soberanía popular en manos privadas como si se tratara de una finca, transmisible por herencia, con una Iglesia incrustada en el Estado, con Gobiernos rehénes de los Mercados que al margen de quien los vote defienden los intereses del Capital. ¿Qué puede decir ante esto el ciudadano medio? Yo diría: ¿Para que pedís el voto, capullos; para qué pedís el voto si calientes aún las urnas os apresuráis serviles a poner el mandato ciudadano a los pies de vuestros amos en Washington o en Wall Street? Una situación podrida, corrupta – y cuando digo corrupción me refiero a la peor corrupción política posible: no la de las tramas de Gürtel, Malaya, Palma Arena o GAL (eso más que corrupción es delincuencia de cuello blanco a gran escala) sino a la que consiste en la violación del sagrado compromiso entre elector y elegido, el programa electoral, en pedir votos para unas cosas y en su lugar hacer cosas distintas, por lo general contrarias a lo prometido y comprometido en el programa -. Una situación corrupta, gangrenada cuyo síntoma más alarmante es el progresivo distanciamiento de la Política por parte de los ciudadanos, poso peligrosísimo para el crecimiento de posturas populistas, demagógicas, xenófobas y finalmente fascistas.

Y cuando sobreviene la gangrena en política la única solución, siempre dentro del espíritu de la Democracia, es en efecto un Proceso Constituyente que trate de recuperar la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad y que desemboque en un justo gobierno en beneficio real de la inmensa mayoría. Y yo no conozco ningún otro modelo constitucional para España que encarne mejor tales anhelos que una república federal, laica, participativa y solidaria.

Ciudadanos. ¡Viva la III República Española!

Francisco Redondo Benito de Valle

viernes, 26 de noviembre de 2010

Leguina o la insidia ceba, la traición engorda

Hoy viernes, 26 de noviembre de 2010 entrevistaban al Exmo. Sr. D. Joaquín Leguina en la emisora de televisión CNN+ a propósito de un libro suyo cuyo nombre no sé si recuerdo bien, pero que era algo así como “El duelo y la revancha” – con lo del “duelo” parecía aludir a los muertos por desenterrar del franquismo y lo de la “revancha”, por lo que le pude escuchar, era el juicio de intenciones que emitía acerca de la actitud de los memorialistas o defensores de la Memoria Histórica, y acerca de su pretensión de Verdad, Justicia y Reparación. Eran las diez y media de la mañana, el Exmo. Sr. D. Joaquín Leguina (ESDJL) aclaraba que el propósito de su libro era defender la Santa Transición y, como buen apologeta, arremetía contra los relapsos detractores con una mala baba tal que me vino a dejar al borde del vómito.

De entre las muchas lindezas que le vine a escuchar, casi sin dar crédito a lo que estaba viendo, destaco las siguientes:

1) Aún considerando la legitimidad de ambas – generoso el ESDJL -, consideraba superior a la vigente Constitución de 1978 en comparación con la republicana de 1931 porque la actual se basó en el consenso y la republicana, no; “y así le fue”, sentenciaba el ESDLJ.

2) Consideraba el ESDJL que la Constitución de 1978 reinstauró la mejor monarquía: “la de los liberales, no la de Fernando VII”.

3) Arremetía el ESDJL contra cierta juventud actual de la que no quería dar nombres aunque finalmente los dio no sin advertir que realmente “ya no eran tan jóvenes”. Se refería a Almudena Grandes y a su marido el poeta Luis García Montero. Acusaba a esa irreflexiva juventud de

a. Desconocer la (Santa) Transición y la Historia.

b. No saber nada de nada y de actuar por revanchismo.

4) Elogiaba la Ley de Amnistía de la que hallaba su fundamento en el espíritu de “reconciliación nacional” del “mejor PCE”, no del de ahora.

5) Consideraba el ESDJL que crímenes los hubo en los dos bandos y arremetía “por no ser cierto” contra el mito de que los crímenes de Paracuellos o Torrejón se hicieran al margen de las autoridades de la República, siendo para el ESDJL más cierto que tales autoridades no sólo las conocieron y no hicieron nada para evitarlas sino que realmente fueron parte activa en el diseño de la represión – (vamos, como Mola, Queipo de Llano y Franco juntos).

6) A continuación el ESDJL arremetía contra el juez Garzón con tesis no muy diferentes de las de Varela y Manos Limpias: consideraba el ESDJL que era ilegítima la pretensión de Garzón de “hacer [de su instrucción] una Causa General” semejante a la que hicieron los franquistas en su momento, sin tener en cuenta que la vigente Ley de Amnistía se lo vedaba, “como se lo recordó el fiscal Zaragoza” aunque él, con su arrogancia, se negó a escucharle.

7) Abominaba el ESDJL del Partido Comunista de hoy – republicano y revanchista – frente al seráfico que él conoció durante la Transición.

En resumen, no sabía yo muy bien si me habría equivocado con el mando y en vez de ver CNN+ no estaría viendo Intereconomía. Los periodistas que lo entrevistaban sin ser ningún dechado de izquierdismo lo sobrepasaban con enorme holgura por esa mano, y es que al parecer el ESDJL lleva una inequívoca deriva hacia el neofranquismo.

Uno se queda en esto con una boca enormemente abierta y sin oportunidad de réplica. De haber podido le hubiera preguntado yo al ESDJL algo así como lo siguiente:

1) Ese “consenso” que tanto alaba de la Transición y que la República fue tan imprudente en no cultivar ¿no sería más bien medrosa cesión de los derechos de todos ante el chantaje patente de los poderes fácticos – Ejército, Iglesia, Departamento de Estado norteamericano, que tenía de antaño hecho un diseño a la medida de su conveniencia de esta Santa Transición? ¿o cobardía?¿u oportunismo de unos políticos ansiosos de tocar migajas de poder, como es su caso, entre otros, ESDJL?¿no será que algunos políticos de la República fueron más valientes o menos preocupados por su carrera política o más desprendidos que los de la (Santa) Transición?

2) Ese fervor neomonárquico que exhibe, ESDJL, de la mejor monarquía, ¿a qué monarquía de liberales se remite?¿a la de Isabel II y sus 163 amantes y su augusto esposo D. Francisco de Asís, el de “la minga muerta”?¿a Alfonso XII, sifilítico hijo adulterino de la anterior con algún espadón?¿a Alfonso XIII, entusiasta gaseador de los moros del Rif, que presentaba a Primo de Rivera como “su Mussolini”?¿o quizá a Amadeo de Saboya, ese pobre señor? Porque, excluido por usted el Rey Felón, no quedan más en los dos últimos siglos hasta Juan Carlos I, el Fratricida, criado a los pechos de Franco I El Genocida, de cuya legitimidad tomó la suya.

3) De la referencia a Almudena Grandes y Luis García Montero ¿qué decir? Rezuma el rencor de un mal escritos hacia aquellos que destacan.

4) La Ley de Amnistía refleja la campaña de reconciliación del PCE de la misma manera que las ideas del ESDJL reflejan las de Pablo Iglesias ¡Pobre Pablo Iglesias, menos mal que no hay resurrección de la carne y no podrá volver a pedirles cuentas a ustedes de lo hecho y dicho desde las siglas de su PSOE!

5) La concepción de la Historia en materia de la guerra de agresión fascista contra la II República que tiene el ESDJL es digna del mismísimo Pío Moa. ¿No teme, ESDJL, que se querelle contra él por plagio? Yo en su caso lo haría. ¿Es esa la historia oficial que se contempla en el PSOE?

6) También, perdóneme ESDJL, su mezquino ataque contra Garzón, bastante indefenso hoy, descubre el encono del mediocre. Al menos Garzón consiguió retener en Londres a Pinochet tras su requerimiento de búsqueda internacional por crímenes de lesa humanidad en Chile. ESDJL, usted que tanto ha presumido de colaborar en su día con Salvador Allende ¿qué gestiones hizo para que sus asesinos pagaran sus crímenes? Por otra parte su opinión sobre el procesamiento de Garzón ¿es la oficial o habitual en el PSOE actual? Supongo que no porque en otro caso ¿qué hacía tanta gente del PSOE ante la audiencia nacional cuando se sustanció su apartamiento – yo estaba allí, justamente detrás de Cristina Almeida, cuando ésta se colgó entre lágrimas del cuello del juez?¿fingía?¿fingían todos los del PSOE que yo ví por allí e incluso en la universidad de San Bernardo, en los encierros al respecto que oficiaba por cierto el denostado por usted Luis García Montero?

7) ESDJL, el PCE que usted alaba ¿cuál era? Porque allí estábamos muchos de los estamos ahora. ¿Se refiere usted quizá a los que ya no están y están por ejemplo en el PSOE y otros sitios?¿se refiere a los Carrillo, Tamames, Garrido, Almeida, Gutiérrez, Curiel, ahora también la Agular, y demás tránsfugas?¿se refiere a los que viendo que en el PCE no iban a hacer carrera optaron por ofrecerse al mejor postor sin recordar aquello de que “Roma no paga traidores”? Quédeselos, muchos están a su ínfima altura.

ESDJL, lo he visto, lo he escuchado y aunque he estado cerca no he llegado a vomitar, sin duda mi estómago se va curtiendo. Sin embargo algo me va quedando claro cada vez que veo a alguno de su “troupe”, “esos pícaros sevillanos” que dice un amigo mío, aunque usted no lo sea, ni amigo ni sevillano:

La insidia ceba, la traición engorda.

martes, 23 de noviembre de 2010

Mecanismos de la evolución de los seres vivos I

Los seres vivos. La genética. La evolución. I

Pretendo poner en claro el conjunto de conocimientos a que he llegado sobre estas materias, que proceden de mis estudios y lecturas[1] de los descubrimientos que la Biología, la Bioquímica, la Genética han registrado de ciento cincuenta años a esta parte. El conjunto de conocimientos que comprenden la Biología molecular, la Bioquímica y la Genética, y los relativos a los principios y mecanismos de la Selección Natural permiten ya explicar de forma bastante completa y con un nivel de detalle muy notable el fenómeno del desarrollo de la Vida en este planeta: la Ciencia está muy cerca de cerrar una investigación llevada a cabo por generaciones de estudiosos a lo largo de muchos siglos, pero muy especialmente de los siglos XIX, XX y lo que va del XXI.

En relación con la generación y la evolución de los seres vivos destacan los siguientes principios generales:

1. A cada ser vivo le corresponde de manera unívoca un código genético.

2. En función del código genético (genotipo) contenido en el núcleo de una única célula germinal se genera el ser vivo completo (fenotipo) a lo largo de un proceso llamado embriogénesis, enteramente determinado y gobernado por aquel código, en interacción con el medio en que dicha generación tiene lugar.

3. El código genético, en su ambiente habitual (el interior de una célula), tiene la propiedad fundamental de replicarse (de producir copias de sí mismo).

4. La replicación del código genético se produce de manera determinista (mecánica) de acuerdo con la secuencia de los elementos que componen el código original, con la única ayuda aceleradora del proceso de una enzima – siempre la misma en todos los seres vivos: la ADN-polimerasa, neutra o “indiferente” ante el mensaje codificado, pero “responsable” de la fidelidad del “traspaso de información” durante todo el proceso de replicación.

5. Las réplicas del código genético así producidas son en su inmensa mayoría idénticas al original, mientras que, en una exigua minoría, se registran completamente al azar alguno o algunos errores en la copia. No obstante tanto las réplicas exactas como las inexactas se atienen a las características básicas de un código genético, y son tanto unas como otras códigos genéticos correctos, aunque diferentes.

6. La replicación del código genético – en tanto que el tal código es el precioso material que constituye el núcleo de las células – es la base de la división celular, tanto de las divisiones de células somáticas en la generación o regeneración de tejidos y órganos de un espécimen concreto (ver punto 2) como de las células germinales para los procesos de reproducción sexual del mismo espécimen.

7. Si nos referimos tan sólo y nada más a la replicación del código genético previa a la formación de las células germinales la replicación exacta garantiza la conservación de las características de cada especie de seres vivos; la replicación con errores de copia (mutaciones) es por el contrario la fuente única de variación de aquellas características, que, en determinadas circunstancias, da lugar a nuevas variedades, razas, especies, géneros, familias, etc. de seres vivos, diferentes de aquellos que les dieron origen.

8. Los seres vivos resultantes de la manifestación fenotípica de los códigos genéticos mutados se ven sometidos – como sucede con los demás – al filtro de las condiciones medioambientales, consideradas éstas en el sentido más amplio posible: climáticas, de obtención de alimento, de elusión de los peligros del universo de depredadores, de emparejamiento, procreación, viabilidad de las crías, etc. etc. Los mutantes inviables en las condiciones medioambientales del habitat en que fueron generados son eliminados de forma inmediata o diferida y su código genético mutado no pervive en el tiempo y desaparece. Algunos resultan no obstante viables y van constituyendo por mutaciones sucesivas nuevas variedades, razas, especies, géneros, etc. suficientemente adaptados al medio.

[CONTINUARÁ]

Madrid, martes, 23 de noviembre de 2010



[1] Debo hacer mención de los dos textos que más me han influido para este ensayo, dos textos que considero capitales en la literatura científica en los últimos cincuenta años: El azar y la necesidad – Jacques Monod, 1970 y Evolución – Richard Dawkins, 2009.

domingo, 31 de octubre de 2010

Comentario en relación con Luis García Montero y Miguel Hernández

Luis García Montero escribió en Público 31/10/10 lo siguiente:

Hay pocos poetas tan solitarios y conmovedores como Miguel Hernández en la historia española. Su altura lírica y su significación civil lo han acercado a nuestra educación sentimental, convirtiéndolo en el símbolo de los años dramáticos de la Guerra Civil y la represión de los vencedores. Pero es necesario meditar de manera más profunda el sentido de la soledad que domina sus poemas. No basta con apiadarse del pastor pobre que sufrió las cárceles del franquismo por su militancia comunista. Soportaba una herida anterior.

Miguel Hernández no pudo estudiar. Conviene recordar que no se trató de un problema económico, sino de la decisión de un padre reaccionario. En la España clerical que vio nacer a Miguel, la educación sólo era propia de los sacerdotes y de la clase destinada a dirigir el país. Desde muy joven el poeta vivió la tensión de las dos españas, pero como una herida interior, porque su firme vocación literaria, necesitada de estudio y diálogo con la modernidad, chocó con su propia ideología.

Guiado por el sacerdote Luis Almarcha y por intelectuales de inclinación fascista como Ramón Sijé y Ernesto Giménez Caballero, Miguel Hernández representó el papel devoto del pobre católico. Su figura de sencillo pastor-poeta fue utilizada como un arma contra los intelectuales de la República que habían perdido la inocencia. La imagen del buen cabrero suponía un testimonio para ridiculizar los esfuerzos republicanos en favor de la educación y la cultura. Miguel Hernández se vio así íntimamente enfrentado con los poetas a los que quería parecerse. Si Alberti estrenó en 1931 El hombre deshabitado, escenificando la crisis del hombre moderno, Hernández contestó en 1934 con el auto sacramental Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras para pedir respeto a la divinidad. Publicó también una Profecía sobre el campesino contra la reforma agraria, defendiendo el regreso al orden de los caciques y al seno de la Iglesia.

Todavía en 1935 escribe lo siguiente en el Silbo de afirmación de aldea: “Huele el macho a jazmines, / y menos lo que es todo parece / la hembra oliendo a cuadra y podredumbre”. Es decir, en el Madrid moderno los hombres son maricones y las mujeres putas. Se ha hecho mucha demagogia sobre la prevención que poetas como Alberti o García Lorca sintieron ante el autor pobre. Pero un mínimo conocimiento de la historia justifica la poca simpatía que despertaba un muchacho clerical y homófono que afirmaba escribir “con más cojones” que todos los poetas de España. Para comprender la soledad de Miguel Hernández hay que darse cuenta del enfrentamiento íntimo que sentía al verse obligado a despreciar aquello mismo que admiraba.

Tampoco lo tuvo fácil con las mujeres. El rayo que no cesa, publicado en 1936, es un libro de altísima calidad poética. Pero el ideal de mujer que propone, y que le hace sufrir una dura angustia sexual, es el de una aldeana castísima que se indigna si su novio se atreve a besarla en la mejilla. Esta ideología estaba ya fuera de lugar en la España representada por María Teresa León, María Zambrano o Victoria Kent. Las nuevas ideas eran incompatibles con la visión de la feminidad expresadas en versos como “tus piernas que implacables al parto van derechas”.
La conversión a la izquierda de Miguel Hernández fue repentina y tajante. La devoción que antes reclamaba como católico se convirtió en pureza dogmática dispuesta a dar lecciones de comunismo, lo que creó nuevas tensiones entre sus compañeros. Sólo al final de la guerra, como se ve en El hombre acecha, abjura de la agresividad y llama por sus nombres a los demás poetas en busca de un abrazo. Apuesta entonces por una palabra sosegada y leal a la vida. Es el tono de su Cancionero y romancero de ausencias, una de las cumbres de la lírica española.

Podremos comprender la dimensión del drama humano del poeta si advertimos que sólo en la derrota empezó a sentirse acompañado. Su mejor lección la escribió cuando no quiso dar lecciones. Sus viejos amigos fascistas le pidieron un gesto de acercamiento al Régimen para sacarlo de la cárcel. Él prefirió morir junto a sus camaradas. Esta es la verdadera significación histórica de la soledad y la compañía de Miguel Hernández. En su interior vivió y superó las contradicciones de lo que, años después, Gil de Biedma llamó “un intratable pueblo de cabreros”.


materisa comentó:

Lamentable. Lamentable y doloroso ¿Qué le pasa a García Montero con Miguel Hernández? Intentando explicarlo, realmente persigue su desprestigio por tierra, mar y cielo. Por ejemplo, en el dominicial de un diario de amplia difusión, donde dijo que el tiempo se ha puesto amarillo sobre la poesía de M.H., y que hemos podido pasar sin ella tranquilamente. O por ejemplo en la revista gratuita MERCURIO, de la Fundación Lara, donde establece una vida paralela con Luis Rosales, los dos “arrepentidos”, y rendidos al final a la intimidad de la poesía, superada por fin la violencia, que por lo visto los vapuleó a ambos de la misma manera ¿”Violencia”.. Se refiere quizas al glpe fascista del 36? Y ahora, por unos versos que nos “descubre” desde su autoridad equidistante, un poeta homófobo. Y no vale que el Sr. Montero dé una de cal y otra de arena. Ya está bien. NO es que al final M.H. eligiera morir, sino que tenía que salvarse traicionando todo lo que representaba él y su poesía más plena, incluido el “Cancionero y romancero de ausencias”. Luis Rosales, por contra, no tuvo que elegir. Luis Rosales permaneció en su elección. Y no vale ningún tipo de equivalencia, de equidistancia, de vida paralela. Y no vale desconocer la transformación ideológica de Miguel Hernández y su opción final (1935-42), para así mantener la tesis de que el verdadero M.H. es el otro, el chulesco, el católico, el afascistado, y que por eso mismo su figura colisionaba con la de otros intelectuales republicanos. No es verdad, sencillamente. Las cosas son más claras, y a la vez menos retorcidas. Y la historia no ha roto nunca la amistad de M.H. con Alberti, Lorca, Neruda, Juan Ramón, González Tuñón, Aleixandre, Juan Ramón. Todo lo demás son minucias académicas de mal perdedor. Ese mal perdedor que no quiere, en el fondo, reconocer al Hernández político y revolucionario. Y debe quedar claro que cuando M.H. decide morir junto a sus camaradas, lo hace por Federico, y por Alberti, y por María Teresa León,y por Neruda… También por ellos.

Y yo tercié:

Sr. materias (disculpe le nombre así, pero es que usted no da su verdadero nombre): Desde el enorme aprecio que tengo por Miguel Hernández y su obra, desde la complicidad con ese desdichado hombre por el carnet que con orgullo comparto con él creo que usted se pasa veinte pueblos con García Montero. La interpretación que da García Montero de la convulsa biografía del gran poeta, en una época convulsa y en un país esperpéntico a mí me parece verosímil, muy ajustada a cuanto se conoce de él y en modo alguno peyorativa, salvo para quien la reciba con el fanatismo en blanco y negro del sectario. Mire usted, si se molesta en leer el número monográfico de la revista Nuestra Bandera, que el PCE acaba de publicar sobre la vida y obra de Miguel Hernández se encontrará artículos que exponen de forma muy semejante al que comentamos, luces y sombras. ¿Quita algo o pone una mayor o mejor información sobre la vida del poeta a la categoría o calidad de su obra? ¿Quita algo o pone la lectura de los Silbos o de Perito en Lunas a la posterior a su “conversión en el camino de Damasco” como puede ser Viento del Pueblo o Cancionero o romancero de ausencias? A mí me sirve todo. Y agradezco que artículos como éste de García Montero, los de Nuestra Bandera o muchos otros que ayuden a comprender las motivaciones de tan enorme poeta, y su compleja peripecia vital.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Los jueces inicuos

Una vez que el juez Baltasar Garzón en la causa abierta por los crímenes del franquismo declaró extinguida la responsabilidad penal por fallecimiento de los responsables y se hubo inhibido para las demás resultas de la misma causa a favor de los juzgados de instrucción de las localidades en que hubieran fosas comunes de desaparecidos, la mayoría de los juzgados a los que se trasladaron los expedientes optaron por darles carpetazo y archivarlas, y al hacerlo, junto con su responsabilidad pretendieron enterrar la verdad, la justicia, y soslayaron la reparación de uno de los crímenes mayores cometidos en este país, sobre cuya conciencia enferma gravitan y gravitarán en tanto no se reparen debidamente. Garzón lo intentó, y tanto el Fiscal General como las más altas instancias judiciales del Estado se lo impidieron y se lo quieren hacer pagar mediante un acoso que es otra de las patentes vergüenzas mundiales que aquejan a la Justicia Española. Garzón lo intentó, la mayoría de los instructores provinciales, salvo dos o tres honrosas excepciones, no. El diario “Público” de Madrid, en su número del domingo 30 de Mayo de 2010 (http://www.publico.es/espana/316518/crimenes/espana/investiga) publicó la relación de los juzgados que archivaron las causas que se les trasladaron después de la inhibición de aquel.

A estos jueces que desatendieron la causa de las víctimas, y a los que mantienen en el Tribunal Supremo un apresurado y vergonzoso acoso a un juez decente va dedicado este soneto.

Como ha sido usual en la Historia de España, la "caverna" efectúa una selección perversa secular castigando a los hombres preclaros del Estado y dando poder a los mediocres. Garzón es perseguido con saña y premura singulares por atreverse por primera vez a romper la omertá del “atado y bien atado” del genocidio franquista, y proceder además contra el gravísimo escándalo de la corrupción política generalizada (caso “Gürtel”), es decir, por cumplir en ambos casos con su deber.


Viga en que se sostiene el desafuero,

puñeta vil que al poderoso libra,

balanza coja que desequilibra

contra el débil el peso del dinero.


Del prejuicio de clase sois venero,

de arrogancia de cuerpo vuestra fibra,

que destila desprecio cuando vibra

la queja de ese deudo tesonero.


Mas no sepultaréis entre legajos

lo que intentó tapar esa victoria

bajo tierras, mentiras y gargajos;


si os alineáis ahora con la escoria

de fusiles, garrotes y vergajos,

pronto os arrollará nuestra memoria.

miércoles, 9 de junio de 2010

La huelga de los funcionarios

Ayer, 8 de junio de 2010, fracasó la anunciada huelga de funcionarios. Así fue. Por mucho que se quiera matizar el resultado ante el baile habitual de cifras (11,8% según el Gobierno – en este caso, juez y parte, patrón y árbitro – y 75% según los sindicatos convocantes: UGT, CCOO y CSIF), los detalles ofrecidos por diversos periódicos o emisoras de televisión apenas dejan margen a la duda: la convocatoria se saldó con un fracaso completo. Se quejaban los sindicalistas del abuso en la fijación de servicios mínimos, y es posible, pero lo cierto es que la huelga apenas se notó como no fuera por lo colorido de los piquetes ante las cámaras y en algunas acciones aisladas (un piquete de bomberos en la Bolsa, por ejemplo), y poco más. Un fracaso sin paliativos, que me duele.

Me duele tanto más cuanto que esta huelga – u otra acción cualquiera de protesta con suficiente relevancia pública – era obligada, y expongo las razones por lo que lo veo así. Vaya por delante que he sido funcionario público durante cuarenta y dos años, desde que entré con veintitrés años hasta que me jubilé con sesenta y cinco, desde 1.962 a 2.004, y que antes de mí fueron funcionarios mi madre y mi padre, y después de mí, tres de mis hijos: mi vida entera – 71 años hasta ahora - está ligada dramáticamente a la función pública. Y me duele.

Pero ¿por qué razón entiendo obligada una acción de protesta con fuerte incidencia pública en este momento? Veamos:

La decisión del Gobierno del PSOE que preside José Luis Rodríguez Zapatero de recortar un 5% el sueldo de los servidores públicos con la intención de disminuir el déficit de las cuentas del Estado, como le exigen instancias supranacionales no siempre públicas ha cruzado por primera vez, por cuanto me llega la memoria, una raya roja significativa y lo ha hecho sin razón suficiente y con patente injusticia. Detallemos:

1) En los cerca de setenta años que abarca mi memoria nunca se redujo la nómina de los funcionarios en términos monetarios: pudo haber algún momento de congelación, y, lo que era mucho más frecuente o habitual, pudo suceder que las subidas no compensasen la subida del coste de la vida – lo que se intentaba luego, tardíamente, paliar con complementos, que no formaban parte del sueldo base a efectos de jubilación, etc. -, pero reducción monetaria de los sueldos no creo que la hubiera, ni con Franco ni sin Franco, ni en periodos de penuria, de estabilización, de autarquía, de desarrollo, de transición, de “democracia”: NUNCA. Esta es la raya roja. Y ha tenido el dudoso honor de cruzarla el Gobierno del Partido Socialista Obrero Español que preside el Sr. Zapatero.

2) Obviamente los funcionarios no son en modo alguno causantes de la crisis ni tienen nada que ver con ella. Los causantes de la crisis son bastante bien conocidos: bancos financieros, especuladores internacionales, paraísos fiscales, FMI “in non vigilando” más bien en azuzando, en resumen los grandes operadores capitalistas, que no sólo no han pagado coste alguno sino que han recibido ayudas multimillonarias de los erarios públicos. Pero si los funcionarios no son los culpables de la crisis ¿por qué son los primeros en pagarla tanto en España como en otros países afectados? Conjeturo que por varias razones: a) Porque están muy a mano de los gobiernos, que apenas necesitan permisos para atacarles; b) Porque tienen mala prensa: empleo fijo de por vida (cada vez menos); injusta fama de ineficiencia, falta de control, corruptelas, etc. pasto de chistes y afrentas sinuosas que cualquiera ha podido percibir en los ambientes más diversos, incluso progresistas; c) porque es de sobra conocida su laxitud en la defensa directa de su imagen y sus derechos por su carácter mayoritariamente conservador. Y con estos ingredientes la operación de recorte aunque improvisada y desesperada tiene algunas ventajas para el gobierno de Zapatero: es rápida, inmediata en su ejecución y contribuye a separar a la importante masa de los trabajadores públicos del resto de los trabajadores contra el que se dirigirá acto seguido, sin piedad, la acción gubernativa instigada por los mismos operadores. Una oportuna acción de división

3) El recorte, el de estos sueldos, la congelación de las pensiones, la supresión de diversas ayudas sociales, el recorte de inversión pública, que actúan disminuyendo el gasto público, con clamorosas excepciones, como la multimillonada que se lleva la Iglesia, la Monarquía, el gasto militar, la investigación sobre nuevo armamento, etc. es doblemente injusto por cuanto no va complementado por una acción concurrente y progresiva sobre los ingresos (la política fiscal) tanto en lo que se refiere a impuestos sobre las grandes fortunas (siempre diferido a un momento oportuno),. restitución del suprimido impuesto sobre el patrimonio, etc. cuanto a la represión del enorme fraude fiscal, de la lacra generalizada de la corrupción política, santificada por el voto de tantos “ciudadanos”, con los cuales, aparte de sanearse la vida pública, habría más que suficiente para equilibrar el déficit público.

4) El recorte además de injusto va a ser, como se ha apuntado desde muchas tribunas, contraproducente por cuanto va a retraer la actividad y el empleo, disminuir la demanda de productos, en resumen a constreñir la vida económica del país, lo que ha de causar sin duda una espiral regresiva perversa tras de la que se puede temer lo peor. La receta de equilibra los déficit públicos recortando el gasto público es anti-keynesiana y no va a ayudar a salir de la crisis sino que la va a profundizar.

Todo esto, a mi entender, y cosas peores que seguirán, está en el trágico juego de las opciones políticas del momento. Sería mucho pedir que mis queridos excompañeros lo hubieran tenido todo en cuenta ante la propuesta sindical de huelga. Todo, no; pero mucho sí: entre otras cosas, que estaba en juego la dignidad, tanto como el salario del empleado público hasta un punto que por lo dicho antes calificaría de histórico.

Porque si no, digo yo: si se acepta sin protesta mayoritaria ni lucha alguna un recorte manifiestamente injusto y discriminatorio ¿acaso es que se duda en lo más íntimo de la justicia del salario percibido hasta ahora mismo?¿estaría el funcionario cobrando de más ese 5%?¿se piensa, pues, que su salario no estaba bien ganado?¿se está de acuerdo, pues, con el parecer avieso del que critica al funcionario y a su función?¿se acepta la leyenda negra del funcionario con manguitos y visera del vuelva usted mañana? En otro caso ¿por qué no ha luchado ayer el funcionario por lo suyo con uñas y dientes? La razón manejada en muchos periódicos al contrastar la deducción por jornada no trabajada – ciento y pico euros – con el 5% de un mes no se sostiene: el 5% se extenderá a un montón de meses, el día de huelga deducido, de momento era único.

No, no, compañeros, vuestro inmovilismo no tiene enmienda, y las “razones” que se intuyen detrás son nefandas. Por cuanto el cabreo me lo imagino real y verdadero me pregunto qué pasa por vuestra mayoritaria cabecita, ¿os lo pensáis compensar por caminos espúreos?¿absentismo laboral, bajo rendimiento, una no declarada huelga de celo …? Pensadlo bien eso sólo enmerdará el pozo del creciente descrédito, y si hoy os tocan – hito histórico – la nómina mañana pueden ir contra la inamovilidad del empleo, o a por la movilidad geográfica o funcional, etc., etc., etc. Y os lo habréis merecido.

Decía ese gran poeta cuyo centenario se celebra este año:

“…Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa….”

Miguel Hernández – Viento del pueblo

Queridos compañeros: no os pido que seáis leones en las lides que se anuncian, pero al menos no seáis bueyes, o peores cosas.

Madrid, miércoles, 9 de junio de 2010

viernes, 4 de junio de 2010

Israel como problema

Consideraciones preliminares

Si no hay más dios que el Dios de Israel (si el dios único del Universo solo existe por y para doce mugrientas tribus de una región desolada de un oscuro planeta de una constelación secundaria de una galaxia perdida en la explosión primigenia) cabe comentar:

1) El resto de los primates conocidos ¿no tenemos dios ni padre ni madre ni perrito que nos ladre?

2) ¡Qué derroche y despilfarro en la Acción Divina!

3) ¿Cómo llamar a esta pretensión delirante? ¿Quizá Racismo Teologal?

Comentario en Publico.es

Toda esa impotencia internacional que se describe en términos desalentados por Público[1] (y hablamos quizá de uno de los medios más sinceramente comprometido con las salidas progresistas) no obedece a ningún fatum de los dioses olímpicos ni a la mala suerte; tiene causas concretas y deben nombrarse: los EEUU de América está firmemente comprometido con la causa del Estado de Israel y no sólo por la presión interna del lobby judío como por muy concretos intereses geoestratégicos en la zona, a lo que no es ajeno la necesidad que ese país declinante tiene del abastecimiento de petróleo, una energía no renovable y cada vez más escasa. Y el Estado de Israel es (era) su agente vital en esa convulsa región. Y la incalificable Unión Europea sigue jugando en relación con los EEUU un papel subalterno, servil y falto de independencia.

Pero, además, todo esto se está volviendo extremadamente peligroso. Por una parte, el Estado de Israel, creado desde su origen mediante un acto de suprema injusticia para con los pobladores reales de la zona, obligados a ceder su tierra a unos colonizadores venidos de todos los rincones del mundo en una operación de lesa humanidad sin parangón desde la conquista de América por los europeos, el Estado de Israel, digo, lógicamente se origina así por un acto de violencia, se perpetúa por la violencia y hace de la violencia su forma de vida. En consecuencia y como resultado la política israelí se va decantando más y más hacia la extrema derecha que es la única que sintoniza plenamente con ese estado de exclusión esencial, y carece de futuro real ni de salida como no sea acumulando más y más presión sobre el entorno o llevando los hechos hacia una quimérica Solución Final hitleriana.

Pero por mucho que reprima me temo que un día no le valdrá ni el paraguas americano. Ya casi todo Oriente Próximo es un clamor que desborda a sus gobernantes ¿cuanto tiempo podrá seguir sin estallar? ¿Pueden los gobernantes del Mundo seguir a un Estado más y más enloquecido hacia un final impredecible? Me temo que los palestinos no son los sioux, tienen Memoria larga, como semitas que son y tienen el arma de los pobres, la demografía.

Díganse estas cosas, reflexiónese para algo más allá de las narices. Esto no sólo es injusto, es una locura que un día nos puede costar muy cara.



[1] Edición de 2/6/2010, en relación con el acto de piratería del Ejército de Israel contra la Flotilla de la Libertad

martes, 18 de mayo de 2010

Por cuanto se venden los hombres de bien

La Sra de Cospedal, vicepresidenta del Partido Popular, en relación con el caso de Camps y los trajes, recientemente reabierto por el Tribunal Supremo, ha concordado con el argumento de aquel de que una persona de bien y con responsabilidad política no se vende por tres trajes.

Razonemos entonces. Si una persona de bien no se vende por tres trajes y está probado que Camps recibió los trajes y nunca los pagó[1], solo nos quedan dos alternativas:

1) Camps no es una persona de bien, y por eso se vendió por tres trajes tan solo.

2) Camps, siendo una persona de bien, se vendió por más de tres trajes, por tres trajes o más que se conocen y por otras dádivas de mayor importancia cuya naturaleza se ignora.

Porque las personas de calidad, si se venden, lo hacen por mucho más que tres trajes, como corresponde a su real importancia. Esto no menoscabaría su bonhomía porque hasta un hombre de bien puede sucumbir a la tentación y caer en el pecado, siempre eso sí que el precio esté realmente a la altura de su categoría.



[1] Esto se daba por sentado incluso en la resolución final del TJPV presidido por el amigo de Camps, el juez De la Rúa, previa a su archivo.

jueves, 22 de abril de 2010

Carta a parlamentarios españoles en el Parlamento Europeo

Acudo a ustedes para manifestarles mi honda indignación por el estado de abandono del tema de las desapariciones de personas en España, presuntamente asesinadas sin dar cuenta de paradero en el caso de adultos o raptadas y entregadas a personas adictas al régimen represor, en el caso de niños, todo ello en el curso de la represión genocida que de forma sistemática realizó el régimen de Franco, desde el golpe de estado contra el gobierno legítimo de la II República en julio de 1936 hasta el final del mismo régimen.

Durante los setenta años largos transcurridos desde los hechos, tanto en vida de Franco como después, la Justicia Oficial miró para otra parte en relación con este asunto, a pesar de que estaba obligada a investigar tan tremenda injusticia en virtud de las leyes civiles; unas veces por miedo, otras veces por cálculo, otras veces sin duda por complicidad.

Y por fin, cuando por primera vez un juez (Don Baltasar Garzón Real, de la Audiencia Nacional) aceptó investigar esas desapariciones y secuestros de niños a instancia de asociaciones de familiares de víctimas, y viéndose este forzado a inhibirse a favor de los juzgados ordinarios, nos encontramos con una mayoritaria tendencia a archivar los hechos por parte de los jueces ordinarios al tiempo que el primer juez instructor acaba siendo juzgado por el Tribunal Supremo por prevaricación por no haber tenido en cuenta ¡una Ley de Amnistía contraria a todo el derecho internacional en estas materias, a instancias de varias organizaciones de extrema derecha, de entre las que destaca Falange Española y de las JONS, protagonista histórica del golpe de Estado de 1936 y presunta culpable de los crímenes que se trataba de esclarecer!

Es por ello que acudo ante ustedes en petición de que consideren y hagan valer estos razonamientos que estimo son de Justicia y Decencia, en un tema que ha recibido el respaldo de 14 asociaciones por la memoria histórica y pro derechos humanos de España y Francia.

martes, 13 de abril de 2010

La condena del terrorismo como test de pureza democrática

A la izquierda abertzale se le impide de hecho la práctica política basándose sobre todo en "que no condenan el terrorismo de ETA". Se les exige una condena activa de ese terrorismo. Es discutible esa discriminación política, pero sea: aceptemos como hipótesis de trabajo ese procedimiento de "limpieza democrática".

Ahora bien ¿es ese el único terrorismo que ha habido en España? ¿es ni siquiera el más importante en víctimas o en efecto de terror real creado sobre el cuerpo social? Puestos a aceptar ese procedimiento de condena ¿cómo es que se nos escapa la mayor? ¿Por qué no se exige a todas las formaciones políticas, para ejercer de tales, una condena expresa del terror de Franco, aún tan presente como si viviera el dictador, y si no que se lo pregunten a Garzón o al propio Zapatero? ¿Cuantas decisiones no se toman pensando en la reacción de los intactos poderes fácticos?

Es obvio que muchas formaciones harían explícita esa condena sin forzamiento, pero ¿por qué no se prueba con el PP, o con Mayor Oreja, para quien aquel terror era una etapa de "extraordinaria placidez"? ¿hacemos una "porra" sobre el resultado, no todas se han de hacer sobre futbol?

Y si no se condena el mayor y más duradero régimen de terror efectivo que ha habido en España en tiempos modernos ¿qué legitimidad moral nos queda para excluir de la vida política a quienes no condenan otros terrorismos cruentos en efecto, pero comparativamente menores? Ese test de pureza democrática que consiste en condenar los terrorismos, ya de legitimidad endeble si no se matiza, si, además, no se ejecuta con caracter universal se termina conviertiendo en pura hipocresía, que terminará desacreditando a aquel sistema que lo aplique de manera tan parcial

lunes, 5 de abril de 2010

Pederastia en Jóvenes Rockeros y en la Iglesia Católica

Un tertuliano del blog del Gran Wyoming en publico.es dice que nadie se escandalizaría de que una (supuesta) Asociación de Jóvenes Roqueros abusara de niños mientras que sí se hace con la Iglesia Católica con intención de denigrarla, y yo contesto:

Entre otras cosas porque de la Asociación de Jóvenes Rockeros (AJR) no se conocen antecedentes sistemáticos de pederastia mientras que en el seno de la Iglesia Católica (IC) los antecedentes desbordan: en Boston, en Canadá, en Irlanda, en Austria, en Alemania, en España, en los Legionarios de Cristo, en San Viator, etc., etc., etc. Porque la AJR no se dedica a dar lecciones de moral, en especial en relación con el sexo y en la IC, sí. Porque en la AJR no se escandalizan sobre las costumbres de los demás y en la IC, si. Porque ningún fundador de la AJR dijo jamás: y el que escandalizare a uno de estos pequeñuelos que creen, mejor sería que le echasen al cuello una muela asnal y le arrojasen al mar, como dice Marcos 9:42 que dijo Jesús de Nazareth, fundador según dicen ellos de la IC. Porque, en resumen, es mucho más revulsivo e infame sodomizar niños o taparlo y excusarlo cuando se es miembro de una asociación de sepulcros blanqueados tan hipócritas como sus antecesores fariseos, que de una supuesta AJR que se dedica a su rock sin pretensiones de ejemplaridad.

jueves, 1 de abril de 2010

La corrupción política

Es de preocupar a toda persona con un mínimo de interés por la persistencia de un Estado de Derecho la degradación creciente de la imagen de la Política y los políticos en España por causa de la lluvia constante de casos flagrantes de corrupción. Altísimos cargos de la Administración (presidentes de Comunidades o diputaciones, exministros, alcaldes) o de la maquinaria de los partidos mayoritarios (tesoreros y otros cargos ejecutivos) tienen procesos en marcha más o menos avanzados, e incluso algunos con sentencia firme. Y, a pesar de ello, son muy escasas y tardías las intervenciones “terapéuticas” de las direcciones de los partidos implicados para extirpar o limpiar su cuerpo social de personas y prácticas tan dañinas no tanto para el propio partido cuanto para el país en general.

Esa lasitud de las direcciones en la lucha contra la corrupción política llega a tal extremo que hace razonable entrar en sospechas de si en realidad no se estará protegiendo al corrupto más que precaviéndose de él. Esas apelaciones constantes a la “presunción de inocencia”, esa demora en adoptar medidas ante el más que probable transgresor de las normas éticas “hasta que hubiera sentencia firme”, las presiones (hasta el límite del acoso y la amenaza) contra los actores judiciales que intervienen en los casos, son más propias de un defensor sin escrúpulos que de un celoso vigilante de la pureza ética, en un universo tan moralmente oscuro y dudoso como el de la política

Pero es que, además, con todo ello, se están pervirtiendo los valores y se están confundiendo los conceptos. La maquinaria de la Justicia tiene que funcionar con independencia y eficacia en estos casos – mucho más dañinos por cierto para la Sociedad que la mayoría de la delincuencia común - y, ante ella, los defensores harán valer la presunción de inocencia de sus defendidos, como valor constitucional que es, no cabe duda. Sin embargo, el partido político al que perteneciera el presunto corrupto ¿por qué razón ha de aguardar a que terminen los jueces su trabajo antes de extirpar el mal de su propio seno? ¿no sería mucho más conveniente – si no, obligado – que al menor indicio organizara su propia auditoría interna, para la que dispondrá sin duda de más facilidades de información que las de la propia Justicia, en paralelo e independiente a la acción de aquella? ¿no sería incluso más conveniente que esa auditoría interna del partido en cuestión funcionara de forma permanente de manera que vigilara el menor brote de esas perniciosas prácticas en una nómina tan grande de cargos públicos como la que se relaciona con cualquiera de los grandes partidos? Y si esto fuera así, como parecería obligado ¿no sería lógico que esas malas hierbas fueran detectadas y extirpadas por el propio partido mucho antes de que llegaran a las manos de la Justicia, sin perjuicio de la acción de ésta? Y si para ese partido los mayores intereses a defender fueran los de la Nación y la Ciudadanía ¿no parecería también obligado que fuera el propio partido el que pusiese a esos delincuentes ante la Justicia e incluso, como parte perjudicada, que se personara en la causa en contra de ellos y pusiera a disposición de los jueces toda la información de que dispusiera en virtud de su propia indagación? Todo esto sería propio de un partido honrado, responsable y celoso de su buen nombre. Lo que se va viendo, no.

Madrid, jueves, 01 de abril de 2010

jueves, 25 de marzo de 2010

... y a España la postra la cobardía del sistema judicial

… y a España la postra la cobardía del sistema judicial

Carta abierta a Juan Carlos Escudier por su columna del 25/3/2010 "A Garzón le mata la estadística".

El otro día era el Sr. Rosa (D. Isaac) y ahora es usted. Se ve que hacer leña del árbol caído proporciona madera (“más madera”) para armar escaleras con las que trepar por las columnas, usted disculpe. Carezco de información suficiente para contrastar sus opiniones acerca de que el Sr. Garzón sea un mal instructor - me huele sin embargo demasiado a maledicencia corporativa –, y no me valen sus estadísticas sobre acusados que van en definitiva al trullo; son, perdóneme, demasiado simplistas y no ponderan las dificultades y presiones en contra de la resolución de los casos abordados, que hieren demasiado a menudo poderosos intereses en el Estado.

Sin embargo se me ocurre que este desdichado país, sobre el que aún gravita el “atado y bien atado” de una dictadura criminal y funesta, que ha lastrado la Santa Transición y mantiene asustada a mala parte de la clase política y corrupta a otra mala parte; este desdichado país que mantiene más de 150.000 desaparecidos por los barrancos y unas de las cotas de corrupción política mayores del continente, necesita de jueces, de jueces que sepan instruir lo mejor que puedan, en efecto, pero sobre todo de jueces que se atrevan. ¿De qué nos pueden servir esos otros instructores de pata negra que sólo destapan el tarrito de las esencias a favor de corriente? ¿Dónde se encontraban todos esos instructores maravillosos mientras los desaparecidos, cadáveres o niños, yacían desamparados, sin ningún valedor de los códigos penales ni de las categóricas normas de instrucción? ¿De qué nos valen los sutiles armadores de instrucciones que huyen como alma que lleva el diablo de casos como el de Fabra - 8 instructores creo que ha contado este periódico hasta ahora?

Decía Unamuno que “vale más un hombre sucio que un cerdo limpio”, y añadía `por si acaso “aunque está bien que se limpie el hombre”. No Sr. Escudier (D. Juan Carlos), que no nos falten los garzones que se atrevan, que aquí queda mucha leña por cortar, y no, repito, del árbol caído, sino de la maraña de la Injusticia, de la que este país languidece.

Un saludo,

Madrid, jueves, 25 de marzo de 2010

Fdo.: Francisco Redondo Benito de Valle