miércoles, 10 de febrero de 2010

Ante el Calvario de Garzón en el Supremo

Juez Garzón: Es usted un honor para este país, cuya parte peor no le merece a usted, y le envidia o le odia por su integridad, su coherencia y su valentía. Hasta ahora, en toda esta triste historia de España, es el único juez que yo conozca que se ha atrevido a afrontar el enorme crimen que gravita aún sobre sus cunetas y sus barrancos. El único que ha sido capaz de superar el miedo al fascismo presente y latente y tratar de cumplir con su obligación. Yo bendigo a usted por sostener el mínimo sustrato para no derrumbarse en el pesimismo histórico. Gracias.