viernes, 6 de enero de 2017

La toma de Granada y la libertad de las españolas

Comentarios míos a reseña en eldiario.es relativa a “Esperanza Aguirre, sobre la toma de Granada: “Es un día de gloria para las españolas. Con el Islam no tendríamos libertad””.

El Islam de El Andalus era, por el contrario, en las costumbres, de lo más tolerante y cultivado de la época, incluso en lo tocante al aseo - para ellos una Reina que, según cuentan, se gloriaba de no haberse cambiado de camisa hasta no tomar Granada hubiera sido un ejemplo de barbarie -. Gracias al Islam - debe recordarse - se salvaron obras fundamentales de las filosofías y la culturas griega y romana que los cristianos habían condenado a la destrucción – borraban sistemáticamente los pergaminos clásicos - material muy caro en aquella época - con vinagre para reescribir en ellos textos "sagrados" de su religión. En cuanto al trato con los que no profesaban su religión, los musulmanes no expulsaron a los cristianos o a los hebreos, simplemente les aplicaban mayores impuestos que a los musulmanes; ellos no tenían una Santa Inquisición, como la cristiana, que atormentaba o quemaba vivos a herejes y paganos notorios - y lo hizo hasta el siglo XIX -; el Islam tampoco perseguía a personas de ciencia, como hizo la Iglesia con Galileo o Giordano Bruno y otros, por el contrario el nivel de la ciencia bajo el Islam fue más alto que entre los cristianos en muchas ramas del saber, como la Astronomía, las Matemáticas, la Medicina, la Geografía, los Viajes de conocimiento de culturas, etc. Nombres como Averroes, Avicena o el judío Maimónides brillaron en El Andalús mientras los cristianos más prudentes como el rey Sabio Alfonso X creaba la Escuela de Traductores de Toledo para que estudiosos musulmanes y judíos recuperaran para él la ciencia antigua previamente destruida por la barbarie y el fanatismo cristiano. ¿Qué historia le han enseñado a esa señora? Como español estoy muy orgulloso de la altura cultural del islam andalusí y la aportación judía a nuestra cultura, y al visitar la Alhambra -una joya del islam nazarí- me da mucha vergüenza ver el destrozo bárbaro del palacio de Carlos V incrustado en ella, fruto de la bárbara conquista de nuestra querida Granada.

En cuanto al tratamiento dado a la mujer por el Islam conviene ir por partes:
1) En primer lugar es preciso, para que nuestro discurso sea coherente, que nos situemos todos en el mismo momento histórico. Se trata de 1492, no de 2017. En aquel momento el papel de la mujer era subordinado tanto entre los musulmanes como entre los cristianos, aunque parece ser que la mujer musulmana en la cultura del islam relativamente liberal de el último reducto de El Andalus era un poco mejor que entre los cristianos, sojuzgados por una iglesia oscurantista y fuertemente misógina.
2) Las tres religiones del Libro, todas herederas de la tradición mosaica, bebían de la misma fuente misógina: la mujer era un ser inferior, creada de una costilla del primer varón, y fuente del primer pecado, que llevó a Yahvé, según ese texto común, a maldecirla y condenarla al dolor del parto, y a ambos a ser expulsados del Paraíso Terrenal y vivir sometidos a la Necesidad, a la Enfermedad y finalmente a la Muerte. Todo ello por culpa de la mujer. Y así continúa sucediendo a lo largo de todo el Libro Sagrado: la mujer es siempre objeto de sospecha, de tentación y de pecado para el hombre. Con estas mimbres se ha trenzado la cesta de nuestra cultura religiosa en las tres religiones: misoginia y patriarcado en estado químicamente puro.
3) ¿De qué libertad para la mujer se habla?: en la España en que yo me crié las mujeres todavía iban con velo a misa, muy pocas se emancipaban de la tutela de su padre, antes de quedar sometidas a la tutela de un marido, al que tenían que pedir permiso hasta para gestionar sus propios bienes. Votar no podían - solo votaban los cabezas de familia, todos varones salvo las viudas-, apenas recibían estudios medios y muy pocas, superiores. Y de maltratos, violaciones - muchas veces ocultadas - y muertes ... ¿qué decir, si llegan hasta ahora mismo -ya van dos en los dos días del año-?
4) Además, en todo caso, si la libertad para la mujer ha ido mejorando, es un sarcasmo atribuir esa mejora a la religión. La mujer va alcanzando mayores cotas de libertad gracias a la sociedad civil y al esfuerzo y sacrificio de tantas y tantas mujeres - y algunos hombres -, que tanto han batallado contra las tradiciones misóginas sustentadas por las viejas estructuras sociales, los partidos que las representan y, sobre todo, por la iglesia católica que lleva esas ideas en su esencia; una iglesia donde la mujer solo juega un papel secundario que no llega ni al nivel de diácono.

En resumen: en todo caso, LA MUJER ADQUIERE LA LIBERTAD EN LA MEDIDA EN QUE SUPERA LOS TABÚES TRANSMITIDOS POR LA RELIGIÓN, sea la judía, la católica o la musulmana.


Madrid, martes 3 de enero de 2017