miércoles, 31 de octubre de 2018

Irracionalidad política colectiva

Hace mucho tiempo que perdí mi ingenuidad de pensar que el ser humano se guía por procesos racionales, por la razón. Se podrá decir que está desinformado, pero ¿quiere de verdad informarse? Más bien lo que quiere es que alguien le justifique, le dé "razones" para vestir sus prejuicios. De esta manera termina siendo materia manipulable por los vividores de la política, por gente sin moral y sin principios que enarbola un programa simplista y maniqueo en blanco y negro, sin matices, sin grises y mucho menos con colores. Y acaba siendo conducido a defender medidas en contra de sus propios intereses, es decir, termina en la más negra alienación, con el único futuro del completo desastre. 

Y, cuando el desastre llega, lo más probable es que ni pueda arrepentirse ni reflexionar sobre todo ello; lo más probable es que termine siendo una víctima más. Y, como decían los piratas desalmados, "los muertos no muerden". Así acabaron el fascismo, el nazismo, sus víctimas y sus defensores, pero parece que la humanidad no aprende ... y quiere más de lo mismo. 

Lo que pasa es que a cada vuelta de tuerca la situación mundial se vuelve más grave: el empobrecimiento generalizado, el medio ambiente ... y de alguna vuelta de ese ciclo infernal es seguro que la humanidad terminará no saliendo.