Es curioso, es muy curioso como,
además de convertir la política en un barrizal, se está trastornando y
pervirtiendo el lenguaje. Veamos: INVESTIGACIÓN, ESPIONAJE. Al parecer es una
felonía que el presidente de un partido político haga todo lo posible por saber
DE VERDAD de qué manera hacen su labor los altos cargos públicos de su partido.
Pero señores míos: esa no solo no es una felonía sino que es una obligación, es
un deber. Sabemos de sobra como el poder corrompe (y el poder absoluto corrompe
absolutamente), entonces si uno es la cabeza de un partido, y ese partido tiene
gran cantidad de cargos públicos (presidentes autonómicos, alcaldes,
consejeros, concejales, diputados, etc.) susceptibles de caer en la corrupción
¿acaso no debe, por la cuenta que le trae a él y a su partido, acaso no debe
mantener una puntual vigilancia de sus comportamientos? Lo contrario solo
podría indicar que la corrupción se daba por supuesta de manera generalizada y
que lo que procediera sería impedir que se supiera, no impedir la corrupción en
si. ¿Acaso es ese el caso? Si no lo es, lo natural es mantener una férrea
vigilancia.
Así se hace, mejor o peor, en
muchas organizaciones: la Administración tiene su cuerpo de Interventores, la
Policía, su oficina de asuntos internos, las Fuerzas Armadas, sus equipos
jurídicos y sus consejos de guerra, los colegios profesionales sus comités
deontológicos, etc., etc. ¿Por qué entonces estos aspavientos, este rasgarse
las vestiduras cuando la presidencia o secretaría general de un partido ejerce
su obligada vigilancia anticorrupción?
Obsérvese en este caso como
muchos medios juzgan esta vigilancia peors aún que la presunta corrupción
vigilada.
Pero la perversión del lenguaje
nunca es inocente: estos medios serviles en el fondo ¿no pretenderán acaso que
el españolito de a pie termine transigiendo con la corrupción política (ese
cáncer de la democracia) como si de algo "natural se tratara. "Todos
lo hacen", "la política es sucia", "la corrupción es el
peaje de la paz social" y otras peligrosas mentiras que van envenenando el
pensar ciudadano y preparando la sucia alfombra del fascismo y sus crímenes.
¿Tiene el cuerpo social español anticuerpos suficientes para estos virus,
especialmente al venir de la negra historia que viene?
Madrid, sábado, 19 de febrero de 2022