miércoles, 18 de septiembre de 2019

Besar el Ano de la Bestia


El Ano de la Bestia es un agujero lóbrego y espantoso de donde nacen todos los Males, que pueblan legiones de Diablos menores y mayores y en el que se cobijan los criminales más protervos y desalmados. El Ano de la Bestia emite efluvios pestilentes y letales en forma de cuescos, capaces, cada uno, de asfixiar a todo un batallón de granaderos. El Ano de la Bestia expele con cierta frecuencia excrementos pútridos y descompuestos que no sólo no fertilizan las tierras sino que, muy al contrario, son capaces de esterilizarlas por centurias haciéndolas pasar de huertas feraces a detritus de especulación urbanística definitivamente irrecuperables.
Pues bien, nadie tocará Poder en este Mundo que antes no haya besado el Ano de la Bestia. Cualquiera que haya sido su legitimación, sufragio popular, sucesión monárquica, cooptación oligárquica o golpe de fuerza, nadie tendrá Poder de hecho que no haya besado con devoción y pleitesía el Ano de la Bestia. Ya pueden haberlo votado cuatrocientos mil, cuatro o cuarenta millones de ciudadanos, si no planta su ósculo sensual en el centro del Ano de la Bestia no tendrá acceso al Poder. Y Punto.