Era
1974, aún vivía y aún mandaba aquel criminal de guerra que se apoderó de España
por la fuerza fascista. Y yo compuse estos versos contra la hipocresía
burguesa, sustento del fascismo.
A quienes juzgan que si disfrutan de un buen
pasar es por sus muchos méritos.
Yo he vendido a mi hermano
como esclavo
en el duro mercado de
Alemania.
Yo he entregado mi hermana a
los burdeles
del tinglado turístico de
España.
He frustrado a mi hermano
que piensa.
He callado a mi hermano que
habla.
He cegado, engañado y
explotado
a mi hermano que calla y que
trabaja.
Y cuando al fin mi hermano
se rebela
y empuña la navaja o la palabra,
yo, por tricornios y
comisarías,
jueces dóciles y leyes
amañadas,
doy con el navajero en la
picota
o meto la palabra
encarcelada.
¡Esta es mi Burguesía, mis
señores!
¡Y éste es el desarrollo de
mi España!
Madrid, 1.974
Muchas cosas han cambiado en estos 47 años, ahora
tenemos "democracia coronada", entonces teníamos "democracia
orgánica", pero ¿por qué será que a mí me parece que siguen habiendo otros
lobos con distintos collares, aunque hayan perfeccionado sus artes de disimulo?
¿No nos siguen sonando los oídos con lo del hermano de Alemania? Las putas han
sido reforzadas con esclavas del Este y del Sur, pero ¿no siguen sirviendo
españolas y españoles al tinglado turístico? El hermano que piensa ¿sigue o no
estando frustrado? El hermano que habla (o rapea) ¿no tiene que andarse con
muchísimo cuidado? ¿Qué tal le va al hermano que calla y que trabaja? ¿Les
suenan palabras como precariedad, bajos salarios y pensiones decadentes? Y
cuando mi hermano se rebela y emplea la navaja o la palabra ¿qué pasa? Sí, sí,
aunque haya algún "comunista" de adorno en el gobierno.
Madrid, jueves, 18 de febrero de 2021