Ni
dudo de la legitimidad del voto de la derecha ni dudo de la realidad de este
resultado. No dudo: es verosímil. Pero me espanto y me asombro: 1.620.213
madrileños, casi la mitad de los que tienen derecho a voto, han votado a un
discurso VACÍO y a un programa inexistente; HAN VOTADO A UNA CARA, A UN ICONO,
A UN ADEMÁN.
Escarbad,
buscad bien por el discurso o el programa de Isabel Ayuso:
¡No
encontraréis vida inteligente! Está vacío, VACÍO, DESHABITADO, DESIERTO,
DESMANTELADO, DESOCUPADO, EXHAUSTO, FATUO, HUECO, VACANTE, VACUO, VANO,
ESTÉRIL, IMPOTENTE, IMPRODUCTIVO, IRÓNICO, INEFICAZ, INFECUNDO, INFRUCTUOSO,
INÚTIL, BALDÍO, FÚTIL, INNECESARIO, INSERVIBLE, NULO, SUPERFLUO, INANE, VAGO,
MECÁNICO, DESANGELADO de quien se pretende a sí mismo como político, en todo el
sentido positivo de esa noble ocupación.
Pero
¿es culpa de Ayuso? ¿es culpa de la oposición? Posiblemente, pero lo que a mí
me espanta ahora mismo y me seguirá espantando mucho tiempo es la profunda
responsabilidad de una parte tan grande de los votantes ¿cómo se puede votar
una cosa así? ¿no habría que iniciar la revisión de ese mito que tenemos
endiosado con el nombre de PUEBLO SOBERANO?
Madrid, miércoles, 05 de mayo de 2021