viernes, 4 de junio de 2010

Israel como problema

Consideraciones preliminares

Si no hay más dios que el Dios de Israel (si el dios único del Universo solo existe por y para doce mugrientas tribus de una región desolada de un oscuro planeta de una constelación secundaria de una galaxia perdida en la explosión primigenia) cabe comentar:

1) El resto de los primates conocidos ¿no tenemos dios ni padre ni madre ni perrito que nos ladre?

2) ¡Qué derroche y despilfarro en la Acción Divina!

3) ¿Cómo llamar a esta pretensión delirante? ¿Quizá Racismo Teologal?

Comentario en Publico.es

Toda esa impotencia internacional que se describe en términos desalentados por Público[1] (y hablamos quizá de uno de los medios más sinceramente comprometido con las salidas progresistas) no obedece a ningún fatum de los dioses olímpicos ni a la mala suerte; tiene causas concretas y deben nombrarse: los EEUU de América está firmemente comprometido con la causa del Estado de Israel y no sólo por la presión interna del lobby judío como por muy concretos intereses geoestratégicos en la zona, a lo que no es ajeno la necesidad que ese país declinante tiene del abastecimiento de petróleo, una energía no renovable y cada vez más escasa. Y el Estado de Israel es (era) su agente vital en esa convulsa región. Y la incalificable Unión Europea sigue jugando en relación con los EEUU un papel subalterno, servil y falto de independencia.

Pero, además, todo esto se está volviendo extremadamente peligroso. Por una parte, el Estado de Israel, creado desde su origen mediante un acto de suprema injusticia para con los pobladores reales de la zona, obligados a ceder su tierra a unos colonizadores venidos de todos los rincones del mundo en una operación de lesa humanidad sin parangón desde la conquista de América por los europeos, el Estado de Israel, digo, lógicamente se origina así por un acto de violencia, se perpetúa por la violencia y hace de la violencia su forma de vida. En consecuencia y como resultado la política israelí se va decantando más y más hacia la extrema derecha que es la única que sintoniza plenamente con ese estado de exclusión esencial, y carece de futuro real ni de salida como no sea acumulando más y más presión sobre el entorno o llevando los hechos hacia una quimérica Solución Final hitleriana.

Pero por mucho que reprima me temo que un día no le valdrá ni el paraguas americano. Ya casi todo Oriente Próximo es un clamor que desborda a sus gobernantes ¿cuanto tiempo podrá seguir sin estallar? ¿Pueden los gobernantes del Mundo seguir a un Estado más y más enloquecido hacia un final impredecible? Me temo que los palestinos no son los sioux, tienen Memoria larga, como semitas que son y tienen el arma de los pobres, la demografía.

Díganse estas cosas, reflexiónese para algo más allá de las narices. Esto no sólo es injusto, es una locura que un día nos puede costar muy cara.



[1] Edición de 2/6/2010, en relación con el acto de piratería del Ejército de Israel contra la Flotilla de la Libertad

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