viernes, 17 de abril de 2015

González Pons: "Algún crédito tiene que tener el PP por no haber puesto obstáculos a la detención [de Rato]"

1) No haber puesto palos en las ruedas de la justicia no es mérito, es el deber de una organización no delictiva. Lo malo es que no sería la primera vez ni será la última que el PP haya puesto no ya palos sino vigas a la Justicia: personación como ACUSACIÓN PARTICULAR en la Gürtel, destrucción de discos duros de los ordenadores de Bárcenas, acoso (y derribo, en su caso) de jueces incómodos (Garzón, Pedreira, Silva, Gómez Bermúdez, Ruz), etc. 

2) Un partido honesto no ha de esperar a que otras instancias u organizaciones (Prensa, Sistema Judicial, Oposición) descubran la corrupción que nace en sus filas; él mismo debe tener mecanismos anticorrupción (auditoría específica, órganos de control permanente) internos que lo impidan, sancionen y eliminen mucho antes de que el escándalo salte. 

3) Si esto no sucede así, lo más probable es que para ese partido la lucha contra la corrupción no sea un valor importante o incluso que ese partido vea en la corrupción una opción conveniente o incluso una opción sustancial, vital para la propia perduración del partido. Claro que en este caso el partido no sería un partido honesto o incluso sería un partido corrupto o incluso un partido podrido en que ya daría lo mismo que hubiera una o muchas manzanas podridas porque lo podrido y pudriente sería el propio cesto. 

Al Sr. González Pons, que siempre ha tenido mucha cara de manzana y al que últimamente algunas zonas se le están poniendo de color marrón (por el tanino, claro), muy sr. mío.

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